domingo, 13 de noviembre de 2011

Cómo catalogar a vinos y personas

De nuevo nos vemos por aquí. 
En esta nueva colaboración con Quien te cocina vamos a hablar de personalidad y vino, o cómo catalogar a vinos y personas. 
La sabiduría popular nos dicta que los prejuicios no son “bien”. Pues bien, aquí estamos para desterrar esa idea de nuestra cabeza y aprender a que los prejuicios en el mundo de vino no solamente son “bien”, si no que en la mayoría de los casos aciertas. 
Pues bien, yendo al grano les diré que el Departamento de Agricultura de Tejas (sí, existe) hace un informe anual donde recopilan tipos de personalidad en relación con sus gustos en materia de vinos. 
Dicho esto, a continuación, el abajo firmante se limita a hacer un breve resumen de ese compendio “psicovinícola” para animarles a buscar su tipo de uva y aprender a cogerle gusto.




·         El exceso
  • Cavernet Sauvignon es la variedad tinta más extendida en el mundo. Su patria espiritual es Burdeos, en Francia. Y desde allí conquistó California, Australia y, también, la piel de toro. Aromas intensos y vegetales. Responsable de vinos míticos y también de grandes decepciones.
          Es el hoy, el presente, la uva de moda, de cartel, la de portada, aplauso y figura.

·         El pasado
  • Tempranillo es la variedad española por excelencia. No sólo tiene aromas a frutos rojos maduros y regaliz. También a nosotros mismos, a nuestro ayeres, a historias de vendimias, olvido y manos gastadas por el trabajo.
          Hablar de tempranillo es hablar de nuestras propias raíces. Del pasado. 
          Del más es más y el peso del tiempo. Ese que no vuelve.

·         “La elegancia”
  • Pinot Noir. Variedad originaria de Borgoña y exportada inútilmente a casi todo el planeta. El sueño de todo aficionado a los caldos, el Everest del viticultor. La cepa más difícil, más inadaptable, más caprichosa y más sensual.
          Ninguna variedad puede competir con ella, es la majestad de las cepas. 
          Porque es dulce y auténtica y compleja y sutil. Por tantas cosas…

·         “La pasión”
  • Syrah. Ay, Syrah. Variedad autóctona del Ródano. Siempre envuelta en misterio y dudas sobre su origen, ha nacido para el Mediterráneo porque gusta del calor y los atardeceres soleados, esos que a veces olvidamos.
           Enfrentarse a Syrah es hacerlo a la vida. A la vida sin filtros, sin engaños, 
           excusas ni falsas promesas. Syrah no deja indiferente, es de verdad.

·         “La dulzura
  • Pedro Ximénez es la variedad de uva blanca más típica de Andalucía. Necesita del sol como nosotros el ruido y gracias a él produce excelentes caldos generosos secos y dulces. Majestuoso ámbar, tostados, caobas, barnices y el sabor de las cosas sin prisa. Del vivir lento. ¿Merece la pena otro?
·         “El Estar”
  • Merlot. Fácil, con Merlot todo es fácil porque es agradecida. Es un varietal ágil y adaptable, escucha al clima y entiende el suelo y siempre, de alguna manera, llega hasta la copa. Hasta sus labios.
          En tauromaquia, en la forma de citar está la verdad o la mentira. 
          En la viña, como en la vida, todo es saber colocarse, y Merlot siempre está. 
          A veces denostada, a veces soñada, Merlot mira al tendido y sonríe, soñando 
          pañuelos  nevados al viento.

·         “El extranjero”
  • Chardonnay es una de las variedades foráneas más cultivadas en España y la reina de las variedades blancas. Su casa es Borgoña, como la Pinot Noir o eso que llamamos la tipicidad en los vinos. Pocas varietales reflejan como ella el terroir, el respeto a ti mismo, a tu origen y tus raíces.

Leído este resumen solo nos quedan tres opciones. La primera es pensar “¿cómo les vamos a hacer caso a estos si usan sombrero de cowboy, botas y escuchan country?”, la segunda consiste en elegir una de las anteriores mentadas y comenzar por ella. La tercera, y la que un servidor recomienda, es leer lo anterior, dejar un comentario positivo en el blog y proceder a descorchar y a disfrutar todas y cada una de las variedades anteriormente citadas, eso sí, con mesura, sabiendo que ahí arriba se encuentran todos los vinos, los vinos que nos harán soñar, vinos para recordar qué genial fue el día que lo probamos, vinos para olvidar, vinos para sorprender, vinos para ayudarnos, para acompañarnos…pero sobre todo para disfrutarlos. 

¡Brindo por ello a su salud!

Juan Pablo Pastor

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